Los marcadores somáticos se hacen sentir con la ayuda de reacciones corporales de intensidad variable
A menudo se observa que una situación (estímulo externo) sólo desencadena un poco de piel de gallina, mientras que otro acontecimiento provoca un malestar masivo. ¿Por qué? Obviamente, la energía corporal del marcaje somático depende del estado de excitación emocional original durante la experiencia correspondiente.
En la adquisición de un marcador somático, que coloca una nueva experiencia en nuestra memoria corporal y la “marca” emocionalmente y la evalúa en el futuro, el estado original de excitación del cuerpo al experimentar la vivencia influye decisivamente en la reacción corporal posterior.
Lo que experimentamos suele integrarse en nuestra memoria cognitiva no emocional mientras dormimos y, especialmente, durante el sueño REM. De este modo, las experiencias vividas no sólo se evalúan emocionalmente, sino que el co-jugador cognitivo también está disponible para acceder a nuestros recursos mentales.
Si, por ejemplo, nos encontramos en una situación familiar, aunque sea inconscientemente, recibimos en un instante una evaluación emocional del marcador somático correspondiente, que podemos procesar posteriormente con ayuda de nuestras capacidades cognitivas. De este modo, también suele ser posible detener la reacción iniciada por el marcador somático y llevar a cabo una acción consciente con la ayuda de nuestro pensamiento. Los reflejos pueden reconsiderarse y sustituirse por nuevas estrategias de comportamiento intencionales.
Algunas experiencias desbordan nuestros mecanismos naturales de procesamiento
Sin embargo, a partir de cierto nivel de excitación, la experiencia drástica puede desbordar los mecanismos de procesamiento de nuestro propio cuerpo.
Por ejemplo, las víctimas de accidentes, los veteranos de guerra, pero también las víctimas de una agresión, tuvieron que vivir una situación en la que se vieron sobrecargados al máximo, posiblemente incluso enfrentados a la muerte. Mientras tanto, el cuerpo suele encontrarse en un estado de excitación emocional extrema: un estado de emergencia. No es raro que estas personas sufran traumas.
Se sabe que la EMDR se originó como terapia para el tratamiento de traumas. La intervención básica consiste en movimientos oculares rápidos guiados, Rapid Eye Movement Stimulation. Esto simula los movimientos oculares rápidos del sueño REM mientras se está despierto.
A menudo se observa en pacientes traumatizados que el procesamiento habitual de la experiencia se interrumpe durante el sueño REM. El aumento del nivel de excitación durante un sueño (nocturno) suele provocar el despertar. El sueño REM reparador no se produce y el procesamiento cognitivo de la experiencia sufrida, que normalmente tiene lugar durante esta fase de sueño REM, no puede producirse.
A continuación, la EMDR suele ayudar a calmar las emociones desbordadas, a integrar fragmentos de memoria sueltos y sin procesar en nuestro cerebro de forma ordenada y sostenible y a promover el sueño REM natural. La EMDR también se utiliza eficazmente en el coaching y el autocoaching.
Faltan fases de sueño REM
El investigador del sueño Robert Stickgold estudió en 2002 a veteranos traumatizados de la guerra de Vietnam. Mientras que estos últimos revivían una y otra vez sus horribles experiencias bélicas en pesadillas, Stickgold no pudo demostrar ninguna fase REM del sueño. Tras un exitoso tratamiento EMDR de las víctimas del trauma, que las curó del trauma y les permitió volver a experimentar fases de sueño REM reparador sin perturbaciones, llegó a la conclusión de que existen claros paralelismos entre los movimientos ocularesrápidos del sueño REM y los movimientos oculares rápidos iniciados conscientemente en el estado de vigilia durante una intervención EMDR.
Si no se produce la integración en la memoria cognitiva, la memoria emocional de la experiencia no tiene su pareja cognitiva para este acontecimiento concreto. Como resultado, pueden producirse reacciones corporales violentas en situaciones similares, ya que el marcador somático comunica su evaluación emocional sin filtrar.
Desde un punto de vista evolutivo, que consiste en garantizar la existencia continuada de todo ser vivo, este tipo de reacción tiene sentido. Así, una fuerte reacción emocional con sensaciones corporales percibidas con la misma intensidad debería advertir de situaciones similares. Sin embargo, estos marcadores corporales emocionales tan exuberantes no pocas veces provocan bloqueos mentales.
A menudo, las personas experimentan este tipo de reacción corporal poderosa y al mismo tiempo desagradable en momentos de miedo.