Nuestro sueño se divide en varias fases, que se alternan a lo largo de la noche. Además de las fases de sueño profundo y ligero, el llamado sueño de movimientos oculares rápidos también es de gran importancia, sobre todo para nuestro bienestar. Pero, ¿qué hace tan especial a esta fase del ciclo del sueño?

Movimientos oculares rápidos: datos sobre el sueño REM

La característica más típica del sueño REM se encuentra en el propio nombre de esta fase del sueño. Porque REM significa Rapid Eye Movement, que describe los rápidos movimientos de los ojos bajo los párpados. La fase REM del sueño se caracteriza por la relajación de los músculos, el aumento de la presión sanguínea y del pulso. El sueño REM va acompañado de una actividad de ondas cerebrales de 4 a 8 Hz, que es significativamente mayor que durante la vigilia. Afortunadamente, el cuerpo se encuentra en una especie de estado de parálisis durante la fase REM para evitar que los movimientos experimentados en el sueño se produzcan en la vida real. La única excepción son los ojos, controlados por fibras nerviosas especiales.

En cambio, durante la fase de movimientos oculares no rápidos (sueño NREM o sueño NO-REM) -la contrapartida del movimiento ocular rápido-, tanto la presión sanguínea como la temperatura corporal disminuyen y el durmiente apenas sueña. Un hipnograma (véase fig. 1), que representa gráficamente un perfil de sueño de las fases de sueño alcanzadas durante el descanso nocturno, muestra la duración y la secuencia de las fases individuales del Movimiento Ocular Rápido. Según el hipnograma, las fases del sueño con movimientos oculares rápidos se producen entre 3 y 5 veces durante el descanso nocturno y siguen a las fases del sueño profundo. Los estudios junto con los perfiles del sueño han demostrado que la primera fase REM se produce unas 2 o 3 horas después de quedarse dormido y dura sólo unos 10 minutos. El análisis del ciclo del sueño, por otra parte, mostró que la segunda fase REM es aproximadamente el doble de larga. Hacia la mañana, la fase REM tiene una duración de alrededor de una hora. No es raro que las personas que duermen hasta tarde sueñen hasta dos horas. Si la duración del sueño es de 7 horas, la mitad de las fases oníricas se producen en las dos últimas horas. En los adultos, el sueño con movimientos oculares rápidos representa alrededor del 20-25% del tiempo total de sueño. Los recién nacidos incluso pasan más del 50% de su sueño en la fase REM. En los durmientes más jóvenes, así como a medida que aumenta la edad, es más probable que se despierten, especialmente al final de la fase REM.

Qué ocurre durante la fase REM

La actividad onírica puede detectarse en cualquier fase del sueño. Pero su intensidad difiere, a veces de forma muy significativa, en las distintas fases. Experimentos con voluntarios han demostrado que los sueños son más intensos durante el sueño con movimientos oculares rápidos. Así, los que se despertaban durante el sueño REM eran capaces de recordar muy bien sus sueños. En cambio, los que se despertaron durante una fase no REM (sueño NREM) no tenían ningún recuerdo de ello. El sueño con movimientos oculares rápidos se caracteriza por una actividad cerebral muy intensa que recuerda al estado de vigilia.

Antecedentes históricos

El descubrimiento de la fase REM se produjo hace sólo unos 50 años. En el pasado, los científicos tendían a suponer que durante el sueño no ocurría nada y que, por tanto, no había nada que estudiar. En 1953, el investigador del sueño Nathaniel Kleitmann y su estudiante de doctorado Eugene Aserinsky, junto con un equipo de investigación en un laboratorio del sueño, refutaron con éxito esta opinión. Porque este año, los investigadores descubrieron el sueño REM. Desde entonces, la investigación ha proporcionado cada vez más información sobre cómo afecta el sueño REM a nuestro bienestar[leer más…].